El cuento fantástico es un relato construido desde una estética realista, es decir, que no aparecen seres extraños como vampiros, duendes, hadas, diablos, etc.
En algún momento de relato irrumpe algo extraño, un acontecimiento imposible de explicar.
Sin embargo, este hecho se cuenta con normalidad y sin patetismo. Este componente del relato es el que nos provoca la incertidumbre propia de género fantástico: como lectores somos quienes decidimos si lo que leemos es real o no. Es por eso que los cuentos fantásticos son aquellos que están en el "límite entre la realidad y la ficción".
Lo fantástico toma lo real y lo quiebra, es por eso que no hay una explicación racional para el cuento fantástico.
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